Otro día de mi vida, cada vez que pienso en mi pasado me doy cuenta de mi cobardía; he dicho muchas cosas que no por miedo y pienso demasiado en las consecuencias, por que yo siempre prevengo las cosas, como las consecuencias de mis actos y eso, pero yo ya no quiero ser así, quiero ser... espontaneo en mi vida. Lo he hecho muchas veces y me va mal, pero yo necesito el valor de hacer cosas sin pensarlo muchas veces, he tratado pero no puedo; todos mis impulsos espontáneos están vigilados por mi razonamiento así que no puedo pensar en cosas instantáneas -no me refiero a sopa- sin antes razonar en lo demás, es un poco tedioso pero ya es un habito, es como un reflejo.
Hace tiempo encontré un juego que me daba valor cuando no era necesario: el juego de retos (ya saben el de te reto a hacer no-se-que-cosa) así me decían cosas como te reto a que le digas esto a esa chica, o como pídele un beso a esa chava o solo háblale y yo como era un reto lo hacia, no era problema para mi ya que lo tomaba como juego, como me gustaba ese juego ya que había un sinfín de tonterías que se podían hacer (pero tenias que tener imaginación para retar a cosas mas divertidas o locas) claro que para el que quería lo podía jugar con la botella (solo que ahí predominaban los besos) o el juego de la semana inglesa en el que volteabas por cada día de la semana y si tu pareja volteaba hacia el mismo lado que tu, te daba beso, sino cachetada, todo eso lo jugué en secundaria, snif snif, extraño la secundaria, extraño esos juegos.
1 comentario:
Yo también pienso mucho antes de actuar y creo que un de vez en cuando hay que ser espontáneo.
Lo más chingón sería que actuaramos de manera espontánea y que eso que hacemos sea astuto y genial aún siendo espontáneo, es decir, tener gran sagacidad y habilidad para pensar rápido.
Pero como la mayoría de nosotros no tenemos esa capacidad es mejor pensar tantito antes de hacer algo. Cogito ergo sum decía Descartes.
Saludos.
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