Aún recuerdo tu voz diciendome que no tenias sueño mientras bostezabas insistentemente, mientras en mi cabeza pasaba la misma idea, en ni un mes me hubiera imaginado este escenario.
Me encontraba de pie, recargado sobre el barandal que sostenia la protección del segundo piso de mi casa, eran las dos de la mañana y facilmente podría estar fumando algún viejo cigarro mientras veia tintinear aquellas lejanas estrellas y seguiá conversando sobre mi idea de las relaciones afectivas entre parejas con diferencia de edades, pensandonos como ejemplo, recuerdo confesarte mis pensamientos cuando decido hacer o no hacer cosas distintas por alguien, la noche permanecia en silencio mientras muchas personas dormían nosostros nos encontrabamos platicando y dejando que el tiempo sólo fuera un número, las palabras se las estaba llevando el viento, las risas se hacian presente cada ciertos minutos para quitarle la seriedad a las historias, preguntas absurdas, ideas tontas, pensamientos en silencio y mensajes secretos, los minutos continuaban pasando y mi pensamiento se inundaba con su imagen.
Esa noche recuerdo escuchar su respirar al quedarse dormida, como antes, como ahora, como siempre.
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