Y te das cuenta que el amor bonito, los finales felices, las historias rosas no son para todos, sabes que no es para ti, que por más que lo sientas, que lo percibas y que creas que estás cerca, simplemente nunca llegará por que no es para ti, no, no hablo de ti, hablo de mi.
Hoy es de esos días donde aseguro que me rendiré como siempre, como las 426 veces anteriores, como cada que pienso en cosas tristes y lo feliz que se pondrán los terceros, siempre trato de preguntarme lo mismo, ¿Cuántas personas están empezando una gran felicidad justo ahora?
Ilusionarse es bastante sencillo, basta con una pequeña idea que va creciendo en nuestras cabezas y alimentamos poco a poco con pequeñas pistas que nos damos a nosotros mismo, haciéndonos creer y asegurar que algo pasará cuando realmente no lo haré, ilusionarnos solos con cosas que nadie más sabría, cosas que al denegar terminarán lastimandonos, lastimar de una forma real a nuestras percepciones de las emociones, por que para ser sinceros ver como no se cumple algo se siente tan deprimente aùnque esto haya sido sólo un supuesto.
Hoy estoy lidiando con una de mis múltiples ilusiones que veo terminada por creer e imaginar otras cosas, no pasa nada, pronto me volveré a ilusionar y volveré a creer ciegamente en algo que no es certero, por que así es mi mente y así es mi corazón, los fracasos sólo sirven para volver a intentar las cosas.
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