lunes, 28 de abril de 2014

Golpes

Hace casi un mes me golpearon en un intento de asalto improvisado, sólo se llevaron mis documentos y dos billetes de mi cartera, pero lo valioso que en verdad se llevaron fue mi seguridad y confianza a las personas que me topo al cruzar una calle o al esperar el transporte público, o cualquier otro sitio con personas desconocidas.
Hace un poco más de un mes, había estado filmando escenas para un videoclip, tarea de la universidad, fuimos a grabar a coita, un pueblo que se encuentra a unos 40 o 50 minutos de la capital, no fui solo, mis compañeros iban conmigo, filmamos por aproximadamente 10 horas, para los tres minutos y medio que duraría el videoclip, pero finalmente terminamos a la una de la mañana, guardamos las cosas y nos retiramos, se ofrecieron a dejarme cerca de mi casa, lo cual accedí con gusto, sin embargo me dejaron a 2 cuadras de mi casa, esto con la confianza de que no me pasaría nada, ya que durante el año y medio que voy viviendo en ese sitio, no me había pasado absolutamente ni un accidente.
Camine sin problema durante 1 cuadra y media sin problema, recuerdo no haberme puesto los audífonos ya que me encontraba muy cerca de mi casa, y me tardaría más en sacarlos de mi mochila, seguía caminando sin embargo no tan lejos se veían 3 siluetas de unos tipos que caminaban hacía la dirección en la que yo me encontraba, por la hora y el día, pensé que se dirigían hacía un autoservicio, mi sorpresa aumento cuando de la nada corrieron hacía mí y con un golpe me tiraron al suelo, de pronto una lluvia de golpes comenzó a aturdirme, golpearon mi rostro y parte de mis brazos, en posición fetal sólo me quedaba aguantar, cuando intentaba levantarme para correr, con una patada volvían a tirarme, al ser tres personas, fue mucho más fácil seguir golpeando sin cansarse, algo me dice que se turnaban entre cada golpe, sin embargo para ese momento yo llevaba mi mochila y dentro de ella, mi computadora la cual al percatarse que contenía intentaron quitármela o mejor dicho arrebatármela de mi golpeado cuerpo, aunque estaba aturdido comprendía que no contaban con un arma, ya lo hubieran sacado, así que decidí no darles mi mochila, con toda mi fuerza, la sostuve y la protegí con mi cuerpo, comencé a gritar por ayuda, lo cual no les agrada ni un poco a los maleantes, que instantáneamente comenzaron a golpearme en la boca, golpe tras golpe hacía que gritará con más intensidad.
Afortunadamente para ese momento una serie de carros paso por ese lugar, y se pararon, entre ellos un taxista que con fierro largo los intimido, salieron corriendo y por fin pude levantarme del suelo, todo me daba vueltas, no podía gesticular bien, mis labios ya estaban hinchados y sangrando, rápidamente me revise, la mochila estaba ahí con mi computadora adentro, mi celular en mi bolsa izquierda y en la derecha.... hacía falta mi cartera, no sentí el momento en que me la quitaron, entre tanto golpe tampoco pude reconocer a los tres tipos que me lastimaron, apenas y recordaba el ritmo de los golpes que con ojos cerrados recibí, finalmente camine la última cuadra y llegue a mi cuarto, donde después de bañarme y revisar mis heridas pude descansar, mi computadora estaba afectada, entre los golpes dañaron la tarjeta madre lo que impidió que encendiera de nuevo, al menos no se la llevaron, de igual forma mi celular, seguía conmigo, en fin, un mes a pasado y poco a poco las heridas y miedos internos van desapareciendo, sin embargo cuando comienza a oscurecer la ciudad camino a al menos a 1 metro de distancia de cada persona que me cruzo, trato de buscar una vía alterna para correr en cualquier caso, y si me topo a algún tipo acompañado, me quedo parado en algún sitio que tenga a una persona cerca, o me cambio de carril, el miedo sigue y seguirá desde aquella noche en que me golpearon en un intento improvisado de asalto.

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