Hoy recorrí 307 kilómetros aproximadamente, el autobús partió a las 7 de la mañana y no había ningún otro pasajero, me sentía tan solitario, tan joven, tan soñoliento, me quede dormido y al despertar me encontraba en la estación de autobuses de otra ciudad, la gente abordaba el autobús y el lugar de mi costado permanecia vació, la ventana abierta, dejaba entrar pequeños rayos del sol y el aire entraba moviendo a su antojo las cortinas y mi cabello, que latigaba contra mi rostro, los destinos iban disminuyendo y los pasajeros aumentando, habían transcurrido varias horas, el día dejo de ser día, y comenzaba a llamarse Tarde, cuando el destino final se acercaba, el asiento a mi lado permanecia aun vació y me dispuse a bajar y dar por terminado mi viaje, y al pisar el ultimo escalón hacia el suelo, me di cuenta de que ese lugar estaba ocupado por una persona que se encontraba en su casa ahora mismo, esperando por mi.
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